Lo primero es elegir el bote y recortar con la forma que queráis.
Después de tener dos círculos más o menos del mismo tamaño, se alisa y corrigen los bordes de con una lija de madera para que la forma nos quede más perfecta que con las tijeras.
Y se repasa con una lima de uñas, que hace un trabajo más fino y quita los pelillos. En base a el dibujo que yo he decidido poner cogí esmalte de uñas negro y rojo. Para hacer el tronco de la flor, al no tener pinceles adecuados, utilicé un pilot negro como pincel porque es muy finito y para la corola de la flor, una esponjita de las más pequeñas de maquillar sombra de ojos. Así queda cada flor diferente y con una textura porosa. Luego solo hay que hacer un agujerito con un imperdible grande o aguja y poner el enganche de unos pendientes viejos que no uséis. Un poco de esmalte trasparente para fijar la pintura...
... y este es el resultado que como siempre, resulta más bonito en vivo. ¿Os gustan? Pronto haré más diseños. Y recordar, no tiréis los botes de crema de champú porque son de colores y dan mucho juego. Reutilizar es siempre mejor que el contenedor amarillo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario