Y sabiendo que venían unos amigos a casa pero queriendo
hacer algo diferente busqué algunas ideas que os presento
en esta entrada. La cena resulta barata, y os aseguro que
nadie pasa hambre.
Como entrante elegí piruletas de queso.
En este caso son con babybel para ahorrarme el congelar el queso.
Resultan más suaves, muy aptas para niños.
El rebozado es de pan y almendra.
La ensalada es muy sencilla. En los palitos de las brochetas ponéis
medio tomate cherry de pera, un trocito de mozzarela,
otro medio tomate y una hoja de albahaca. Repetís y las metéis en
copas de helado o un vaso que os guste. La salsa estaba deliciosa
con un yogurt azucarado, aceite de oliva, limón albahaca y una pizca
de sal. Se bate bien en la batidora y está deliciosa.
El plato fuerte era un sencillo hojaldre de pollo. Me encanta el hojaldre
con todo. Primero puse en el horno la base de hojaldre unos minutos
para asegurarme que no quedara cruda. Se agujerea y en este caso le
puse garbanzos para evitar que subiera. El relleno lleva cebolla,
puerro y pechuga de pollo en trocitos, nata y pimienta.
El truco es no dejar que los ingredientes se hagan del todo
para que se terminen en el horno y no nos quede seco.
Por encima de la masa que tapa el pastel un poquito
de huevo que de color y brillo.
Y por último y utilizando de nuevo los palillos de brochetas,
fresas y frambuesas cubiertas de chocolate y almendra sobre natillas.
Espero que os haya gustado y que os inspire.
Pronto una entrada de reciclaje y manualidades unidas.